¿Qué es la cultura organizacional y por qué es importante para el logro de los objetivos?

La cultura organizacional tiene que ver con los valores corporativos, el estilo de liderazgo, la misión y la visión, entre otras, que le dan esas características únicas a una empresa.

 

Pero, ¿en qué radica la importancia de ese diferencial?

 

A nivel interno, una cultura corporativa fuerte y uniforme, aumenta el nivel de pertenencia de los colaboradores. Esto disminuye significativamente los índices de deserción, los cuales están directamente relacionados con los costos de capacitación. La salida de ese colaborador al que se le habían pagado varias capacitaciones, no solo representa una perdida en los costos de capacitación que se le asignaron, sino en los de capacitar a la persona que lo reemplazará.  

 

Otro de los factores que impacta la cultura organizacional, es la rapidez, facilidad y asertividad que le aporta a la atracción y contratación de nuevos colaboradores. Al tener clara la cultura, se podrá definir cada cargo y buscar los niveles de acoplamiento del candidato con ese perfil. La cultura organizacional le aporta a esa definición técnica del perfil deseado, características emocionales y comportamentales que ayudarán a atraer candidatos que se adapten mejor a la compañía. 

 

Por último, pero no menos importante, la cultura organizacional, influye en gran medida en la percepción de los clientes. Al definir, por ejemplo, una política de customer centric, toda la compañía estará en función de ese objetivo y la percepción de los clientes cambiará radicalmente al ver una alineación y sinergia mayor.

 

Al trabajar fuertemente en él, ese pilar fundamental se convertirá en una ventaja competitiva y un diferencial de mercado, que será difícil de copiar por la competencia. ¿Por qué? La razón es que no es fácil alinear una compañía para responder a un ADN o valor diferencial concreto. Se requieren reuniones, talleres y expertos en Cultura organizacional y marca empleador, que puedan organizarlo todo para sacar diagnósticos, conclusiones y recomendaciones concretas.  

 

De igual manera es necesario crear un consenso entre los fundadores y cabezas de la compañía y de allí bajar esta información al resto de la compañía. Sin esta sinergia no tenemos una verdadera cultura organizacional. 

 

En ese orden de ideas el proceso de creación de la cultura organizacional y la definición de la marca empleador es el inicio de un proceso que se mantendrá a lo largo de todas las actividades y labores de talento humano y que impactará los indicadores de atracción y contratación así como la retención de colaboradores y clientes.